Rompiendo un foco.

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lunes, 28 de febrero de 2011

¿Que hacemos con Gadafi?.



Los levantamientos en el mundo árabe no se detienen, Egipto siguió a Túnez y Libia a Egipto. Cada proceso tiene sus particularidades y en el caso Libio un elemento genera polémica y dudas entre los analistas, funcionarios y gobernantes progresistas o de izquierda: la figura de Muamar el Gadafi, el líder que por más de 40 años gobernó los destinos de esta potencia petrolera del norte de África.

Gadafi llegó al poder en 1969 y pronto destacó como una figura anti imperialista y socialista, el famoso Libro Verde del líder fundamentó el socialismo libio y es material indispensable para cualquier estudioso de los movimientos revolucionarios del Siglo XX.


Su figura despertó tanto odio en Washington que el palacio presidencial de Trípoli fue bombardeado por Estados Unidos el 15 de abril de 1986 (allí murió una hija adoptiva de Gadafi).


La revolución Libia mantuvo su impronta anti imperialista desde lo discursivo, pero desde el ataque a las Torres Gemelas hasta aquí, su práctica política se modificó radicalmente. Para Washington Gadafi pasó de demonio a un gobernante que podía utilizarse como aliado circunstancial en la lucha contra el terrorismo.


El 5 de septiembre de 2008 la entonces secretaria de estado de Estados Unidos, Condoleezza Rice, realizó una visita histórica a Trípoli, desde donde aclaró que “hay un largo camino por recorrer” pero luego agregó que la visita “demuestra que Estados Unidos no tiene enemigos permanentes y que si algunos países están dispuestos a hacer cambios estratégicos o de orientación, Estados Unidos está dispuesto a responderles. Libia y Estados Unidos comparten intereses permanentes que son la cooperación en la lucha contra el terrorismo, el comercio, la proliferación nuclear, África, los derechos humanos y la democracia”.


Gadafi se acercó a Estados Unidos pero no se alejó de los gobiernos progresistas de América Latina, mantuvo fluidas relaciones con la Venezuela bolivariana, con el nacido Estado Plurinacional de Bolivia y con la Nicaragua sandinista.


La preguntas surgen espontáneas: ¿Quién es Muamar Gadafi? ¿Cómo debemos ubicarnos desde una visión progresista ante los últimos sucesos acontecidos en Libia?


A continuación sumaremos a este debate la postura del gobierno venezolano a partir de dos declaraciones, la de su presidente, Hugo Chávez y la de su canciller Nicolás Maduro.


Hugo Chávez:


“Desde aquí con este corazón un rezo por la paz en Libia y una denuncia por el doble rasero de quienes la condenaron de inmediato y guardan silencio con los bombardeos de Israel y las masacres en Irak y Afganistán, naciones invadidas por Estados Unidos”.


Nicolás Maduro:


“Libia está en un proceso de guerra civil, compleja difícil, seguramente pasarán los días y las semanas y podremos saber a fondo la verdad. Nosotros repudiamos la violencia pero hay que analizar el conflicto libio con objetividad, están creando condiciones como denuncia el líder de la revolución cubana, Fidel Castro, se están creando condiciones para justificar una invasión militar a Libia y el objetivo central de una invasión a Libia es el mismo objetivo que tuvo Bush (George W), tomar el petróleo de Libia, desgajar a Libia en veinte pedazos y quitarle a la OPEP uno de sus puntales fundamentales. Nosotros abogamos por la paz del pueblo Libio, porque mantenga su unidad nacional, porque por la vía pacífica encuentre respuestas a sus problemas, porque cese la guerra civil”.


Y ahora se abre una discusión necesaria. Ricardo Bajo H. critica la posición del Canciller venezolano en el programa Contextos, que emitimos diariamente por las emisora estatales de Bolivia y Venezuela (www.patrianueva.bo – www.laradiodelsur.com):


“Yo disiento de lo que acaba de decir el compañero Nicolás Maduro, creo que Gadafi no es uno de los nuestros y aquí hemos venido discutiendo varios días sobre las estrategias comunicacionales mediáticas de lo que esta pasando en Libia, todos estamos de acuerdo en que tenemos demasiada poca información para tener un juicio exacto y redondo de lo que está pasando, pero yo reitero lo que he venido sosteniendo todos estos días, Gadafi no es uno de los míos, no es uno de los nuestros. Creo que no podemos diferenciar entre dictadores buenos y malos, amigos nuestros o no amigos, creo que entraríamos a hacer lo mismo que hacen los gringos. Esa denuncia de la hipocresía, creo que tapa o intenta tapar los crímenes o las violaciones a los derechos humanos que está habiendo ahora contra el pueblo libio”.


¿Cuál es entonces el eje de la discusión?


¿Debemos pones énfasis en la violaciones a los derechos humanos promovidas por el gobierno de Gadafi para condenarlas, o centramos nuestra denuncia en las intenciones de las potencias hegemónicas y en la hipocresía del sistema?


Adicionalmente sabemos también que EE.UU. y sus aliados utilizan mediáticamente esas -muy deficientemente demostradas- violaciones a los derechos humanos para demonizar a Gadafi y así justificar incluso una posible operación militar contra su país.


El director del periódico venezolano Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, habla sobre el tema en su habitual columna dominical:


“Casi toda la información que nos transmiten de esos sucesos, en especial los primeros días, estuvo orientada a afectar la imagen del gobierno de Gadafi y favorecer a quienes se han sublevado. No ha privado en esos corresponsales el esfuerzo por difundir la realidad de cuanto ocurría. Difundían especies y rumores sin confirmación alguna. Buscar y escribir la verdad no fue la norma ética de muchos de esos periodistas y medios.


¿De dónde sacaron las noticias que ‘aviones militares libios…bombardearon varios lugares’ de Tripoli, como informó Arabiya TV el lunes 21 y que ‘al menos 250 personas habían muerto en la capital en los bombardeos del Ejército del Aire contra los manifestantes…’ como transmitió ese mismo día Al Jazira? No presentaron ninguna imagen de los efectos de los bombardeos, y cinco días después no las habían podido ofrecer. Alguna agencia explicó que leales a Gadafi ¡habían limpiado las calles y escondido los escombros! ¿Y cómo es que ningún edificio resultara dañado? Todo eso lo habían dicho "testigos" no identificados, por supuesto”.


El cierre me lo reservo para mí durante la discusión antes mencionada con Ricardo Bajo H. en Contextos:


“A mí para cerrar un poco todo esto me indigna profundamente que ahora la comunidad internacional se rasgue las vestiduras por lo que pasa en Libia, que yo estoy de acuerdo, vamos a la Corte Penal Internacional y condenemos a Gadafi porque mató a 300 personas, vamos que se haga el juicio, se demuestra y lo condenamos, pero después volvemos a casa y nos matamos de risa…¿Y a Bush cuándo lo condenamos? ¿Y a Obama por seguir matando en Afganistán y Pakistán cuándo lo condenamos? A mí me indigna este doble rasero y ahora no le voy a hacer el jueguito a toda la indignación mundial… ¡qué bueno que se junte el Consejo de Seguridad y que vayan y que manden una misión militar a Libia! ¡No! dejémonos de joder, no puede ser, no puede ser que tenga está lógica el sistema que gobierna el mundo”.


¿Cuál es entonces la postura que debemos asumir?


Mejor decídanlo usted y su conciencia.

martes, 22 de febrero de 2011

Cinismo y "razones cientificas".



Al cínico encubrimiento ahora le llaman "razones científicas". Puntualmente, como cada año desde la explosión en la mina Pasta de Conchos, en la que murieron 65 mineros, el titular de la Secretaría del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, ofrece una entrevista, divulga un estudio y/o emite un comunicado para justificar un lustro de complicidad con quien él mismo señaló como el principal culpable de aquella tragedia, es decir: "Industrial Minera México-Germán Larrea (que) tuvo la mayor parte de la responsabilidad, porque estaba obligada por ley a cumplir con condiciones de seguridad; no voy a solapar a ningún servidor público que pudiera estar involucrado ni taparé a ningún personaje, por más importante que sea."

En los hechos, como es costumbre, todo se ha solapado, todo se ha tapado. Quinto aniversario de la explosión en la mina concesionada a Germán Larrea, y cuarto del compromiso que públicamente hiciera Lozano Alarcón el 19 de febrero de 2007: "Pasta de Conchos seguirá siendo asignatura pendiente para el gobierno, que no cerrará este expediente hasta que se cumplan cuatro condiciones: se concluya el deslinde de responsabilidades de la empresa, funcionarios de la dependencia y otros; se determine oficialmente las causas que provocaron el accidente; se logre el rescate de los cuerpos, el cual no se va a detener, y se atienda a los deudos" (La Jornada, Javier Lozano Alarcón en entrevista con Patricia Muñoz).

Cinco años después los responsables siguen libres, acrecentando su de por sí abultada fortuna y obteniendo más Y MÁS concesiones mineras federales; ningún funcionario o empresario ha sido procesado; los cuerpos de 63 mineros permanecen enterrados en el socavón y su rescate no es que se haya detenido, simplemente nunca se intentó. Y precisamente para celebrar todos estos "compromisos cumplidos" en el primer lustro de la tragedia, Javier Lozano Alarcón emite un boletín, por medio el cual justifica la inacción por quinto año consecutivo: “de acuerdo con evidencias científicas, resulta extremadamente peligroso desarrollar cualquier actividad humana en la mina Pasta de Conchos de Coahuila, por lo que es imposible intentar el rescate de los trabajadores que fallecieron en el accidente… Es totalmente comprensible la demanda de los familiares y amigos de los mineros que quedaron atrapados en el lugar, en el sentido de recuperar los cuerpos para que puedan darles sepultura; pero la verdad es que ni tenemos fundamento legal, por un lado, ni tampoco un fundamento ético para arriesgar nuevas vidas en la búsqueda de cadáveres”.

Ciento ochenta grados de giro en cinco años. En aquella entrevista con Patricia Muñoz en La Jornada, Lozano Alarcón aseguró: “si llegué con el ánimo de revivir el caso, no tengo la menor intención de cerrarlo… No estoy dispuesto a permitir que se fabriquen culpables para dar golpes mediáticos… Habrá de esperar a que las investigaciones de las procuradurías General de la República y de Coahuila, así como de la Secretaría de la Función Pública, hablen por sí mismas. No pasará mucho tiempo para que se llegue a toda la verdad, porque a partir de las próximas semanas se acelerarán varios procesos. La investigación no va para largo, porque esta misma semana, una vez que pase el primer aniversario luctuoso, se iniciará la desgasificación de la mina, y luego de ello los expertos entrarán a la parte donde se podría encontrar el mayor número de cuerpos. Se espera así que en cuestión de semanas se darían las recuperaciones de cadáveres… Ninguna familia ha cobrado su indemnización ante el Instituto Mexicano del Seguro Social, porque había el temor de que si exigían este derecho ya no iban a recuperar a sus muertos. Sin embargo, la instrucción es que definitivamente no se va a permitir que se pare el rescate de los cuerpos hasta que técnica y humanamente ya no sea posible.

“Sin duda, la principal responsabilidad del accidente la tiene la empresa. Lo señala el artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo, que establece que todo patrón es el responsable obligado de que existan las condiciones de seguridad e higiene en los centros de trabajo. Un inspector de la dependencia puede llegar a un restaurante y observar que no hay extintor; puede haber hecho tardíamente la verificación y luego comprobar que nunca se cumplió esta recomendación, pero si al día siguiente de emplazar al negocio a que atienda las observaciones ocurre una tragedia en el sitio y por ella mueren algunas personas, la verdad es que la culpa mayor la tiene la empresa… Está complicado todavía el caso Pasta de Conchos, pero qué bueno que le dimos otra vez visibilidad al asunto, y que la STPS restableció la coordinación con el gobierno de Coahuila e inició una línea de comunicación con la Comisión Nacional de Derechos Humanos para dar una solución integral a esta irregularidad multiplicada”.

Eso dijo y a eso se comprometió, pero cinco años después no existen responsables, ni "fundamentos legal y ético" para proceder. Eso sí, no perdió oportunidad para fustigar "el oportunismo de quienes lucran política o económicamente con esta tragedia, y quieren hacer ver a las autoridades como miserables e indolentes".

Para terminar:

Dos apuntes adicionales sobre las "razones científicas": A) en 2007 el entonces director general del IMSS, Juan Molinar Horcasitas, denunció que Industrial Minera México (Germán Larrea) no sólo subcontrató a sus trabajadores, sino que registró a los mineros de Pasta de Conchos con salarios menores a los realmente cubiertos, para pagar menos cuotas, en detrimento de las finanzas de la institución, con lo que se configura el fraude contra el Estado (lo anterior, reconocido por el funcionario ante los integrantes de la comisión legislativa que "da seguimiento" a las investigaciones por la explosión en Pasta de Conchos. Sin embargo, no se presentó una sola denuncia legal en contra del consorcio privado y su práctica fraudulenta), y B) el 17 de enero de 2007 Felipe Calderón "mantuvo una entrevista informal con Maribel Rico Montelongo, familiar de uno de los 65 mineros que fallecieron en Pasta de Conchos. Durante la charla, el Ejecutivo federal aseguró que la mina no será cerrada, además de que se hará todo lo posible para que los cuerpos sean rescatados y tengan cristiana sepultura". ¿Qué sucedió? Dos semanas después de tal encuentro, Industrial Minera México despidió a 250 trabajadores para "cerrar transitoriamente" la mina, mientras la "cristiana sepultura" se mantiene en lista de espera.

domingo, 20 de febrero de 2011

Caida libre.



El problema con la política exterior de México es su falta de credibilidad. La obsesión gubernamental por la imagen del país (optar por la "percepción" en lugar de la comprensión), las vanas ilusiones de que se hable sólo de las virtudes propias sin aludir a los defectos, han tenido el resultado contrario al que buscaban sus defensores: se ha desmantelado la vieja política exterior pero el prestigio del Estado, que alguna vez alzó la voz independiente y solidaria de los mexicanos, ha caído junto con ella.

El intento de construir la imagen de un país moderno, a la altura de la demografía, con una economía poderosa, ubicado en la frontera con la primera potencia del planeta, es decir, un país capitalista en serio pero democrático, resultó ser la gran utopía de las elites de aquí y allá que han definido el curso de la nación. Mientras más nos acercábamos (en el discurso) a la modernidad soñada, más contrastantes se hacían la carencias visibles de la sociedad, el abismo de la desigualdad, la fragilidad de las instituciones y las leyes, el punto ciego del cambio sin rumbo, el poder de la oligarquía, la disociación estructural entre el país que padece el progreso como una desgracia y las víctimas del atraso reciclable, los many Mexicos cuya existencia, congelada por los estereotipos y la desinformación, se percibe fuera como una herencia sospechosa, como la demostración sin prueba de un destino irrecusable.

El proyecto radical neocapitalista debilitó al Estado mexicano; la cohesión social fue sacrificada; la ausencia de reformas empantanó el cambio democrático y el régimen político quedó como un cajón de sastre, armado con las piezas sueltas a la mano de los jefes políticos y los poderes fácticos. La presencia de México en el mundo se desdibujó, a pesar del G-20, Davos o los foros donde el gobierno presume de buen comportamiento. El gobierno mexicano no dispone de mejor alternativa ante la crisis que seguir el curso de la economía estadunidense. Y esa estrategia condiciona lo demás.

Poco importa si los administradores del Estado creen de verdad que somos "socios" del imperio, a cuya responsabilidad (compartida, es la palabra) se alude en cuanto se abre el micrófono común o si, como opinan algunos consejeros oficiosos, lo que está en la mesa es la integration now, la pura sumisión a la geopolítica, lo cierto es que la buena vecindad, vale decir la vida cotidiana entre ambos países, comienza a ser un malentendido interminable que la diplomacia no consigue resolver. Estados Unidos, en efecto, se puede tragar a México, y ahí están los datos estadísticos de la dependencia, pero también se le puede atorar en la garganta, y eso los aterroriza. Más allá de la retórica convencional, la frontera, desde siempre imaginada como un peligro, despierta los viejos valores que hoy el Tea Party recicla: la desconfianza hacia el otro, el ancestral racismo revitalizado por la crisis económica siempre en busca de culpables. Eso es lo que sale a luz en las declaraciones no sujetas al script diplomático, tanto en los cables difundidos por Assange como en las torpes palabras del subsecretario del Ejército de Estados Unidos, el señor Joseph W. Westphal, quien al especular en público sobre la narcoinsurgencia no excluyó que en el futuro se hiciera necesario "enviar a soldados en activo o reservistas para pelear contra la insurgencia en la frontera o tener que enviarlos a través de la frontera", afirmación de la que más tarde se desdijo oficialmente.

La pérdida de significado de la política exterior tiene otras expresiones preocupantes. Imposible pedirle al gobierno mexicano que doble las manos ante las actitudes arrogantes de Sarkozy, quien envuelto en la bandera de Francia ha hecho del tema Cassez una cuestión de Estado, aunque en la evolución del problema también se eche de menos el oficio inteligente de los viejos diplomáticos mexicanos. El mundo no está para segundas vueltas de la Guerra de los Pasteles. La actitud del presidente francés, al condicionar el Año de México a la defensa pública, oficial, de su compatriota juzgada en México, tiró por la borda la tradición de respeto y colaboración entre los dos países, creada y sostenida a través de la historia. Sin embargo, más allá de las sinrazones del expediente, es evidente que las autoridades francesas trabajan sobre la visión mediática que allí se tiene de México y aprovechan para sus fines particulares la gran distancia existente entre el país que publicita el gobierno de Calderón y el que somos realmente. ¿Imagina el lector cómo se toman en Europa las noticias diarias en torno a la guerra contra el crimen organizado? ¿Cómo explicarle al un espectador holandés, noruego o francés que las más de 30 mil víctimas asesinadas en los últimos años afectan únicamente a unos cuantos municipios? Y eso sin mencionar los videos narrando las decapitaciones continuas, los colgados de los puentes, las matanzas de inmigrantes y, lo que es peor, la complicidad manifiesta de los cuadros de seguridad al servicio de la delincuencia o la impunidad rampante que deja sin castigo a los matones.

Si Sarkozy tiene eco en su campaña pro Cassez no es porque se haya demostrado la inocencia de la ahora sentenciada en el secuestro sino porque los procedimientos de sus captores estaban viciados de origen, con lo cual no se evita su responsabilidad, pero sí introduce esa duda que ahora explota Sarkozy para elevar, dicen, su menguada popularidad (veáse al respecto el editorial de La Jornada de ayer miércoles).

La prepotencia del señor Sarkozy magnifica el problema, pero juega a su favor el descrédito de la justicia mexicana, la percepción de que el Estado mexicano no hace lo que puede para darle a la ley el lugar que merece en un régimen democrático. ¿Percepciones? Tal vez.

PD. Leí con atención el artículo de Jacobo Zabludovsky (El Universal, 14/2/11) acerca del despido de Carmen Aristegui (felizmente reinstalada por acuerdo con MVS), donde ofrece un punto de vista digno de tomarse en cuenta. Según Jacobo, "la libertad de expresión en México nunca será completa si los periodistas no son dueños del contenido de sus programas de radio y televisión", como lo son en la prensa escrita. Urge, pues, una norma general que ponga al periodismo en televisión a "salvo de los intereses de los concesionarios o de los políticos en el poder, blindándose la libertad de los periodistas profesionales de ejercer su derecho de informar, opinar o equivocarse. Preferible el error a la mutilación de una garantía constitucional, así sea mínima y disfrazada". Algo sabe de esto.

martes, 15 de febrero de 2011

Electoralmente deducible.



Candil de la educación privada y oscuridad de la pública: Felipe hace fiscalmente deducibles ciertos gastos de colegiaturas mientras la estructura pública se hunde en el control sindical-partidario elbista, el aparato de simulación gubernamental denominado SEP y la corrupción generalizada en esos dos ámbitos (¿en cuál no?). Guiño electorero a un segmento de clase media que será beneficiado por los malabarismos financieros anunciados por el comandante Calderón, quien afirma que con imprecisos "ahorros" cubrirá los faltantes que se producirán el año entrante, el volátil 2012, cuando los contribuyentes dejen de aportar lo que les corresponda.

Primer golpe de efectismo presupuestal con la vista puesta en los comicios venideros. Manzana envenenada para la profesora Elba que ya no es aliada electoral y a la que ahora le surgen sindicatos "independientes" y pedagogía del impuesto. Ya antes se han usado los aparatos policiaco y militar con sentido partidista y electoral y ahora viene la etapa del erario como promotor del voto. Con sentido tragicómico podría decirse que Felipe llevó al país a los peores escenarios durante cuatro años y medio para tratar de componer, o aparentar que compone, las cosas en el último tramo y generar la ilusión óptica de que siempre sí podía el panismo-felipista manejar el país con mínimos resultados aceptables. Hay quienes aseguran que en la bitácora pinolera previa a las urnas podrían caer personajes de primer nivel del narcotráfico, como el universalmente considerado el favorito de los dos sexenios blanquiazules, para así "demostrar" a la corta memoria colectiva que la masacre nacional llega a "buenos" resultados.

Estado claudicante que es incapaz de ofrecer una educación pública aceptable y reconocida y que, en cambio, para menguar el daño causado a los ciudadanos que con razón, legitimidad y recursos optan por lo privado, les ofrece una forma de compensación que en realidad es una aceptación de fracaso institucional (en el vodevil político de cada día, los priístas han planteado que ellos ya habían hecho una propuesta de deducibilidad escolar y que FC se las habría plagiado, a lo que el titular de la Secretaría de Educación Privada, Alonso Lujambio, respondió con música de bolero que eran simples "celos". Así cumple FC, aunque sea de manera parcial y sesgada, su vocación privatizadora y su animadversión a la educación pública. No sólo está la posición explicable de un gobierno de derecha que privilegia el privatizar, sino viejos enconos personales y revanchismo siempre latente contra las universidades y la escolaridad pública. Sería interesante, en ese proceso de ayudas fiscales a quienes prefieren lo privado, analizar la viabilidad de que los ciudadanos pudieran hacer deducibles los gastos que hicieran para tener un presidente de la República privado y no el que creen que no les sirve.

Increíbles logros del calderonismo en el plano internacional: Francia decidió convertir las celebraciones del Año de México en un foro de protesta por la situación de Florence Cassez y el comandante en jefe de Los Pinos pasó, en el discurso de Nicolás Sarkozy, a formar parte de una disección desdeñosa entre "el pueblo mexicano y determinados dirigentes mexicanos" (en el mismo saldo francés, la ministra de Finanzas, Christina Lagarde, anunció que usará la presidencia del G-20 para difundir lo sucedido a la sentenciada a 60 años). Frente a tal transmutación, FC ha preferido cancelar la participación mexicana en tales "festejos" por no encontrar las "condiciones apropiadas".

Por otra parte, los mismos poderes gringos que han tomado control del desastre mexicano han advertido que recortarán los de por sí disminuidos fondos explícitos de apoyo al gobierno calderonista etiquetados como Iniciativa Mérida; unos 250 millones de dólares serán rasurados a las cuentas controladoras en relación con 2010, según dio a conocer ayer la Casa Blanca. El argumento causa preocupación: "fundamentalmente es la transformación de un programa más enfocado a equipo, a uno de mayor capacidad institucional del gobierno, estado de derecho, lo que es inherentemente menos caro". Es decir, precisa Notimex: "una inclinación mayor hacia la construcción de instituciones y entrenamiento en apoyo de instituciones mexicanas". Gulp: el Tío Sam cree que ya no son tan necesarios los juguetes de guerra, sino la enseñanza y corrección de determinados dirigentes e instituciones de México: ¡Niño Felipito, atento a la clase!

Cuando la clase política parece totalmente abatida, hundida en la corrupción y la falta de confianza popular (salvo sus honrosas excepciones, diría un clásico que a su vez constituye una excepción), con los caminos electorales en riesgo de ser aparatosamente cerrados, entre otros factores por la narcoviolencia inducida, reaparece por la vía escritural el subcomandante Marcos para reflexionar sobre la "guerra" que impuso Felipe Calderón y sobre los grandes negocios que a cuenta de tal desgracia están haciendo los promotores y operadores bélicos. Marcos también ha sufrido el desgaste de las figuras públicas de izquierda, a cuyas cuentas son cargadas omisiones, indecisiones, vedetismos y silencios sin explicación. Pareciera ir en gran desventaja, como si sus tiempos de gran resonancia y enorme convocatoria hubieran pasado y no hubiera manera de reproducirlos. Pero allí está de nuevo, al menos en el debate escrito, una voz de las que parecieran necesarias para tratar de redefinir el rumbo de una izquierda maltrecha y de una firme movilización social hasta ahora no lograda.

Y, mientras Enrique Peña Nieto parece ir perdiendo delantera, exhibido en sus carencias por ciertos problemas a que se ha ido enfrentando sin red de protección, como el de los asesinatos de mujeres (ayer salió a proponer el delito de feminicidio, aunque su maquinaria de apoyo antes impidió que se declarara una alerta sobre lo que ahora cree necesario legislar) y el de su propia sucesión (ayer, su PRI le autorizó a designar por virtual dedazo al próximo candidato).

jueves, 10 de febrero de 2011

Carmen Aristegui posicionamiento a su salida de MVS Radio desde Casa Lamm







Desde mucho tiempo atras, Calderon el actual presidente de Mexico, impuesto por un puñado de empresarios y un tribunal totalmente parcial, se sabia que era adicto a la charanda de su pueblo, hoy con nuestro dinero y el que nos roban, seguramente el paladar ya lo tendra mas refinado, pero siendo charanda o champaña, para un alcoholico como lo es Calderon, el resultado es el mismo.


Su desmedida actitud por quedar bien con quienes lo impusieron lo han convertido paradojicamente en un rotundo "Peligro para Mexico", una ridicula caricatura de lo que iba hacer a favor de quienes verdaderamente mandamos en este pais, El Pueblo de Mexico.


Como de costumbre quienes llegan al poder "haiga sido, como haiga sido", el tormento de soportar a un "borrachales entreguista" resulta muy preocupante para millones de Mexicanos, que cada dia que pasa, algo se vuelve mas oscuro y gris en el panorama cotidiano, un sujeto como Calderon es capaz de todo por servil y por su alcoholismo, como todo neoliberal es un depredador de seres humanos y, lo mas grave, depredador de espiritus sanos por el panorama tan fatidico que se deja ver y sentir para las nuevas generaciones.


Este seudo-democrata, que tal vez no sepa lo que significa ser un Republicano, pasa por encima de quienes se le antoje, leyes, acuerdos, constitucion, justicia etc. etc., tambien son pisoteados por este desprecuable "borracho" y, desde luego la censura es su pasion.


¿Cuantas veces a señalado partes del mundo donde existe la censura?, muchisimas veces y paises, pero como todo alcoholico la piel la tiene de nenita, muy delicada y no le gusta que le digan sus verdades, cada dia que pasa los medios de comunicacion se estandarizan o se homologan para ser afin a este gobierno impuesto, muchos "brozos" de televisa y "chaqueteros de t.v. azteca son idoneos para desinformar al pueblo, ya no existe C.N.I. canal cuarenta, Monitor de Don Jose Gutierrez Vivo y, hoy nos toca vivir la misma escena con la prestigiada periodista Carmen Aristegui y, estoy hablando de periodistas de medios masivos, no olvidemos a Lidya Cacho o Anabel Fernandez de la prensa escrita, por mencionar algunos casos.


La democracia que tanto alaban y dicen ser parte de ella, esta muy lejos de lo que realmente practican, ahi estan los casos de la Cia. de Luz y Fuerza del Centro, el asunto minero, el campo, la pesca por mencionar algunos casos, se actuo peor que en la era de Pinochet o Videla, ah pero todo esta dentro del estado de derecho.


No dejemos que siga esta persecusion desmedida por parte del imbecil "borrachote", recordemos como hizo su juramento para ser presidente, entro como lo que es, un vulgar ladron y servil sujeto de unos cuantos, por todo esto y mucho mas, el "briago" de Calderon es parte de la gran coleccion de Brutos, Malos y Sucios, un lugar mas extenso que el paseo de las luminarias frivolas de Hollywood.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Top Elba.


Elba Esther Gordillo agregó ayer a su carrito de supermercado la gubernatura de Puebla. Convertida en el político más poderoso del país, caminó por los estantes políticos de la bella ciudad capital y recibió las más altas aclamaciones, verificó que algunos de los cajeros del gabinete fuesen de su pertenencia política y financiera (la Secretaría de Educación, sobre todo), avaló que en aras de una transición amafiada se concediera impunidad al gerente anterior, apodado el Precioso, y demostró que las alianzas desesperadas de PAN y PRD acaban sirviéndole de instrumento indirecto de multiplicación de su capital, como sucedió en la Puebla de los SNTEs donde ayer atestiguó la toma de protesta como mandatario de su agradecido ahijado político, Rafael Moreno Valle.

Identidad y emulación hasta en detalles de organigrama: si la Primera Profesora del País (PPP) fue capaz de instalar a su yerno como subsecretario en jefe de una de sus haciendas, la de la SEP, el nuevo gobernador de Puebla puso al novio de su hermana Gabriela como secretario general de gobierno y jefe del gabinete. El virtual cuñado se llama Fernando Manzanilla Prieto y, como había sido colocado auguralmente como coordinador de la campaña de Moreno Valle, se especulaba sobre su cantado arribo al gabinete, lo que en abril del año pasado fue diluido por el propio candidato aliancista de manera trivial, familiar: "es alguien que ha tenido contacto con los grupos de panistas, que tiene una buena relación con ellos, que no va a participar en el gobierno, que está haciendo un favor personal, quiero decirte que yo espero que para cuando yo sea gobernador Fernando Manzanilla esté impedido legalmente para participar, porque ya después de tres años y medio andando con mi hermana yo espero que para entonces ya esté casado con ella" (en http://bit.ly/hPEqmv está la nota).

Gabinete morenovallista integrado de manera aplastante por egresados de la Universidad de las Américas y de otras instituciones privadas, con cuotas específicas para la madrina Gordillo, El Yunque, el PAN y el priísmo reciclado bajo la figura del nieto de quien fue gobernador de Puebla y secretario de Salud con Gustavo Díaz Ordaz. Gabinete de tonalidades tecnocráticas, amistosas y familiares que no concedió nada importante a los partidos arrimados, el PRD y Convergencia (Luis Maldonado es secretario de Educación por Elba, no por Dante), pero sí al panismo del que técnicamente forma parte Moreno Valle y al segmento priísta contrario a Mario Marín y cercano a Melquiades Morales, bajo cuyo mando estuvo el ahora gobernador "de oposición". Marín que se presentó a la ceremonia del sucesor, aceitados los engranajes para que sólo se llevara una rechifla casi de cajón, pero tranquilo al escuchar a Moreno Valle decir que no habrá persecuciones aunque "tampoco encubrimientos", en fórmula de cortesía que permite al político de las botellas de coñac retirarse a disfrutar de su riqueza bien protegida, a sabiendas de que vendrán algunos estremecimientos escenográficos, algunas indagaciones que se detendrán en funcionarios inferiores y en la reasignación de negocios emblemáticos. Adiós, Precioso; bienvenido, Elboso.

En otra pista farandulera, los ánimos nacionales eran incentivados desde esferas oficiales para incendiarse a propósito de prejuiciados y torpes chistes o comentarios hechos por simplones e ignorantes partícipes en un programa de la BBC. Convertido en motivo de asombro mundial por los niveles de descomposición institucional, violencia callejera, impunidad, crueldad y corrupción, nuestro país habría de darse por muy ofendido a causa de que en un programa inglés se hablara de flojera, irresponsabilidad y flatulencias como ingredientes nacionales (¿Galicia podría declarar hostilidades contra México por los constantes chistes gallegos que acá se cuentan?)

Incongruente resultó, además, que el abanderado de la defensa patria, de esa guerra santa contra la baja comicidad colonial de unos ingleses, fuera ni más ni menos que uno de los responsables –por acción y por omisión– de la catástrofe mexicana, del baño de sangre, del reino de la violencia sin control: Eduardo Medina-Mora, que fue enviado a Londres no por habilidades o conocimientos diplomáticos, sino como una forma de protegerlo del avispero que ayudó a agitar en México aunque siempre doblegado por el triunfante Genaro García Luna. Así como el calderonismo ha tenido el descaro tragicómico de alertar a nacionales para que no viajen a Egipto, a causa de la violencia desatada, como si en ese país hubiera más riesgo que en Ciudad Juárez, ahora se pretende inflamar el espíritu patriotero a causa de malos chistes cuando la realidad mexicana está para llorar, más que para reírse.

En cambio, el calderonismo irritado contra los ingleses (hasta la secretaria de Turismo, Gloria Guevara, irrumpió desde la clandestinidad en que opera para expresar quejas contra extranjeros y disertaciones laborales sobre las siestas), guarda silencio cómplice ante las constantes intervenciones en radio, televisión y prensa escrita, por parte de funcionarios estadunidenses que como la secretaria Napolitano lanzan advertencias de exterminio a narcotraficantes mexicanos y utiliza el plural ejecutivo para mencionar las cosas que han de hacerse en México.

Ah, pero eso sí: a las 16:07 de ayer estaba muy contento el usuario de Twitter identificado como @felipecalderon, la cuenta certificada de alguien que cree necesario definirse en ese espacio como "Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos". No era para menos, pues podía reportar un importante logro: "Hoy llegamos a 400 000 seguidores. Muchas gracias a todos por su interés". Casi a la misma hora, los habitantes de la zona conurbada con sede en Monterrey vivían escenas ya conocidas: balaceras, estallidos de granadas y narcobloqueos, en un libreto de terror que se extiende por todo el país sin que haya indicios de que se esté desarrollando una estrategia inteligente y confiable de control y supresión de esas formas extremas de agravio a la sociedad.